Bienestar post pandemia: ¿Qué tan conforme te sientes?

En medio de una sociedad donde todo suele moverse a un ritmo vertiginoso, los espacios para reflexionar en nuestro propio estilo de vida y hábitos quedan postergados. Aparecen así las preocupaciones, el agobio y otras sensaciones que pueden mermar la calidad de vida. En este artículo repasaremos los resultados de investigaciones y te entregaremos algunos consejos que pueden ayudarte.

Era marzo de 2020 y las autoridades confirmaban el primer caso de coronavirus en el país. Hasta ese momento, nadie dimensionaba sus efectos. Empezaron a regir las medidas sanitarias que impedían que las personas se movieran con la misma libertad que antes lo hacían. El confinamiento y distanciamiento social fueron los protagonistas por largo tiempo y sus consecuencias no se hicieron esperar: estrés, angustia e incertidumbre emergían como una amenaza latente.

Para analizar los cambios en la vida de las personas, surgieron diversas investigaciones como la de Chilenografía liderado por la Vulca, que realizó 8.700 encuestas online entre noviembre 2020 y julio 2021 a personas mayores de 18 años, de los niveles socioeconómicos ABCDE.

RESULTADOS DEL ESTUDIO

Según el estudio, las emociones predominantes durante pandemia y post estallido social fueron el estrés e incertidumbre: un 68% de las personas pensaba en su futuro constantemente, 46% se sentía muy estresada por ello y un 59% admitió que tuvo que cambiar sus prioridades.

A medida que avanzaba la pandemia, un 52% de las personas se sentía en modo de sobrevivencia, 58% percibía tener poco control de su vida y 29% declaraba que sus ingresos no les alcanzaba para llegar a fin de mes.

Así todo, el bienestar de la población estaba en la mira. Las condiciones de incertidumbre y crisis financiera habían dejado al desnudo una Nueva Normalidad que, según expertos, llegó para quedarse.

Pero ¿Por qué es necesario hablar de bienestar?

Es necesario hablar de bienestar porque forma parte esencial del desarrollo normal de nuestras actividades y de saber gestionar emociones como el estrés, que tienen un impacto en la salud física y mental. La buena noticia es que estas habilidades se pueden aprender y cultivar con el tiempo, tal como aprendes a tocar un instrumento o andar en bicicleta.

¿Qué hacer para mejorar tu bienestar y, por ende, tu calidad de vida?

• Ejercita tu mente: al igual que tu cuerpo, tu mente necesita mantenerse activa. Hay varias formas de hacerlo: lee, realiza juegos de lógica, resuelve crucigramas o participa en juegos de mesa.
• Actitud positiva: la base de todas las palabras y acciones radica en tus pensamientos. Si mantienes una actitud positiva y a la vez proactiva, podrás resolver problemas cotidianos con mayor facilidad.

Recuerda que tu felicidad no depende del azar, sino del estado mental con el que decides enfrentar la vida.

• Ríe más: los beneficios de una carcajada son múltiples; entre ellos, mejora la circulación de la sangre, potencia el sistema inmune y libera endorfinas, analgésico natural para reducir el estrés.
• Momentos de relax: ¡aprovéchalos! Sabemos que el estrés es la principal causa de salud y para reducirlo puedes practicar el Mindfulness, una técnica de meditación que te ayudará a concentrarte en el momento presente sin desviar la atención en otras cosas.
• Descansa lo suficiente: está comprobado que llevar una vida sedentaria o limitada, puede conducir a padecer insomnio. Evítalo, pon atención a cuántas horas le dedicas a descansar pues durante las horas de sueño se llevan a cabo procesos fisiológicos que permiten la regeneración de energía para un mejor rendimiento físico y mental.
• Come bien, come saludable: como dice el dicho, somos lo que comemos. Alimentarnos de forma adecuada tiene un gran impacto en nuestra vida, por lo mismo procura llevar una dieta balanceada que incluya proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables. Por otro lado, reduce el consumo del alcohol y tabaco que perjudican tu salud.
• Cuida tu entorno: es importante cultivar las relaciones con quienes nos rodean y compartir cosas del día a día con los demás, ya que ayuda a encontrar soluciones e integrar otros puntos de vista que no teníamos contemplados. Haz nuevas amistades y dedícale tiempo de calidad a familiares y amigos.
• Mantente activo: siempre es un buen momento para romper con el sedentarismo. Si no estás tan acostumbrado a ejercitarte, puedes transformar tus actividades cotidianas en oportunidades para motivarte. Por ejemplo, ocupa las escaleras en vez del ascensor o estaciona más lejos de tu destino para aprovechar de caminar y disfrutar del trayecto.

No olvides que todas las áreas de tu vida inciden en otras, así que dale a cada una de ellas el espacio e importancia que se merecen. Y para resguardarlas, es que tenemos soluciones integrales que cuidarán de ti y de quienes más quieres.