Recomendaciones para elegir tu primer auto

Escoger un primer auto nunca es fácil. Existen diversos factores que debes considerar, entre los que destacan:

• Cómo está formada tu familia o tu círculo cercano. Es decir, quienes viajarán regularmente en el auto.
• De qué tamaño es tu estacionamiento. Puede que termines dejando tu vehículo en la calle por error de cálculo.
• Tipo de carga a mover: quizás un auto cerrado no te sea de utilidad, por lo que una camioneta con pick-up puede ser una alternativa.

Debido al gran mercado automotriz existente en Chile, por cada segmento hay una extensa gama de modelos a elegir. No obstante, en ocasiones es mejor esperar y obtener mayor ahorro para adquirir un auto que te deje totalmente satisfecho.

En primera instancia, tu primer auto debería ser un vehículo “reconocido”, que no tenga dificultades para hallar repuestos y que sea relativamente fácil de vender cuando quieras hacer tu renovación.

Los test drives

Para comprar un auto, ya sea nuevo o usado, puedes asistir a las automotoras y pedir una prueba de conducción. Esta experiencia te servirá para conocer distintos aspectos del vehículo como, por ejemplo, si te sientes cómodo en el interior de su estructura o la visibilidad que proporciona.

¿Compro un auto nuevo o usado?

El factor económico es fundamental en esta decisión. La ventaja de los autos usados es su menor costo, ya que se descuentan valores como el IVA y tiempo de uso del dueño anterior. En cuanto al mantenimiento, una vez vencida la garantía, no tendrás la obligación de llevarlo a la automotora para este proceso, lo que dará la posibilidad de obtener servicios con otros proveedores y hallar un mejor precio.

Sin embargo, con los vehículos usados no podrás aprovechar las ventajas tecnológicas de los modelos actuales, como por ejemplo una mayor seguridad y optimización en el consumo de combustible.

También debes estar consciente de tu presupuesto. Considera que, al comprar con crédito, el valor de la cuota no es el único monto a desembolsar. Ten en cuenta el gasto en combustible, mantenciones (por lo general, cada 10 mil kilómetros), peajes, tag, seguros y permiso de circulación, entre otros.

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